Cayos y Callas

Pajas Altas (Partido de Solanas), 28 son buenas de 2541

Querido Diario,

Si hubiera sabido con anticipación que el orden psicosomático y emocional antesdicho sería mas complicado que amuchar las chatitas de verano en un rincón para darle paso a la bota de montar de pelo de nutria de estación, hubiera elegido pasar el invierno preñada y en patas a la vieja usanza.

Ordenar implica darle paso a la marambia de pensamientos que conlleva dicho acto.  Continuando con la meta-fuera calzaderil, no es lo mismo la bota bajame la caña con suela de goma que a fuerza de saltado de charcos y pateadas de gol se abraza tiernamente a nuestra canilla cual segunda piel que aquel nuevo estiléto que aún no se amolda a nuestros cayos pédicos y pugna por comprimir su contenido para darle nueva forma. Es difícil asignarle un estante a cada uno y mi psique se debate hasta casi decidir en poner uno y uno, mezclar pares y nones y que se vaya todo bien al carajo. Aun ante el dolor y la posibilidad de tener que habilitar toneladas industriales de callicida Cabuchi me pregunto por que aún asi me quiero calzar los segundos y descartar las amables y conocidas botolas?

Mesmo assim es como se encuentra mi pasar álmico Rai here, Rai now, Rai charles. Y si bien he logrado ubicar algunos pensamientos, algunas personas, algunas situaciones en los lugares que les considero correspondientes, en cajas de poliestirleno corrugado debidamente etiquetado y rotulado, no se si me convence semejante exposición de anal retention.  Lo miro y está todo ahi, quieto, impótume, estático y perfecto.  Todo es como debería ser y yo me siento miserable y vacía como cavidad dental de sindicalista de la UOCRA...

Miro ensigomimismada los canastos que ostentan los nombres de aquellos que supieron hacerme feliz dearratos y no puedo evitar preguntarme que debo hacer, si volver al Negro que ciertamente adelgaza y es un clásico atemporal o si debo entregarme y ser libre como el viento y peligrosa como Aimar... pasan las horas cual latigazos a esclavo de país limitrofe en fábrica clandestina de ropa y el caos le gana al orden.  Me calzo un Blues-ón de Pappo, me envuelvo en una manta térmica y salgo inpertérrita a la nochie, aventurándome a esperar al Alba (un amable trabajador de la construcción contratado por Goye que la sabe lunga en esto de enrrellenar buracos de enduyido y tal vez me provea de alguna resina espiritual que me permita evitar filtraciones y sentirme una con el universo once and forever).

Me gana el cansancio.  Me gana el extrañamiento y el extreñimiento. Mejor me hago un te de ruda macho y miro en Cólico Tv el casamiento de dos enanos siameses con un atleta tahitiano especialista en autosucción de miembros inferiores.  Mejor no pensar, no pensar...

pd. La primera imagen, un pinturón de un realista americano: "Morning Sun" de Edward Hopper (1952) y el segundo otro pinturón de Grixie, sin título de allá por aquellos años en que todavía pensaba que tenia talento con el oleo.