sábado, enero 15, 2011

Saludo final

Raro estar sentada frente a la computadora
Raro estar desnuda de personaje y sentir que Eva me relojea desde un rincón, agazapada y creo intuir que un poco ofendida.
Raro decir adiós, una vez más.

Y sin embargo, aquí me hallo en este meollo. Haciendo un gran mea culpa y reconociendo que siempre me cuesta duelar aquello que amo y ya no está y que en las últimas entradas Ella había dejado de ser esa masa etérea e incoherente que me hacía reír para transformarse en depositaria de mis propios dolores desamores y demonios. Creo que justamente por eso me embarco en otro blog, mucho menos protegida por la impunidad que me daba la ficción.

Aún así, tanto ella como yo como todos aquellos que alguna vez se tomaron el tiempo de leer los pseudo delirios literatos de esta psique durante los ultimos 2 años, merecemos un saludo final.

C'est fini. Gracias a todos por todo.
Abre telón - reverencia - saludo final.
Beso al aire, "han sido uds un público maravilloso!" - paso atrás. Telón final.

jueves, julio 22, 2010

Reina de Corazones Rotos

Querido Diario:

A rey muerto, rey puesto.
Es hora de cortar la baraja, mezclar y volver a dar.
Ya no puedo hacerme la sota de bastos.
Canto Envido.  Quiero retruco y vale en cuatro.
Basta de cuatros de copas. Quiero copas de chianti y seis de diamantes de varios kilates.

La partida de Tramonta hacia el más allá me ha hecho redimensionar el mas acá. He visto caer naipe a naipe de esa casita que esmeradamente he tratado de construir a lo largo de este futil transitar múndico.  Y hasta el día de hoy pacientemente y con el pulso de un cirujano he levantado una por una y dos por cuatro cada naipe que ha ido cayendo de la estructura, para dócilmente volver a colocarlo en posición. 

Sinenverga hoy, en una epifanía digna de telenovelón ochentero, me di cuenta de lo vano e inútil de mi de no dado esfuerzo.  Años intentando mantener la enclenque estructura aun sabiendo que en cualquier momento, un vientito así nomás un poquito juerte, haríala colapsar cual albergue Warnes.

Basta para mí, basta para todos.  Asumo mi fracaso. Canto falta envido, me hago cargo del tiempo perdido y bajo de un manotazo mi casita de naipes, que hace aire por todos lados. Me niego a que sea el azar quien siga barajando las cartas de mi destino y sobre todo cuando lo veo cartearse descaradamente con el fracaso en mi desmedro. Le canto las cuarenta a los cuatro vientos, le guiño el ojo a la felicidát pa que sepa que me guardo un as en la manga, barajo y cruzo los dedos para que de una buena vez por todas me toque una buena mano.

domingo, julio 11, 2010

FLOR DE LUTO

Querido Diario:

Me resulta casi imposible articular vocablo por estos días.  El dolor indescriptible e indefinible de dias á, se ha hecho finalmente carne y no hay espacio en mí que escápele a la sensación de estar cubierto de póstumas pústulas al borde del estallido constante. Y tristeza nao tem fim, mais tem filamento grosso.

No se si fueron horas o dias los que deambulé por el conurbano bonaerense, ignota de las inclemencias climáticas, los baches y las cámaras de Policías en Acción.  Tengo la mente en negro. No concibo procesar la idea de que Tramonta ya no pertenezca mas a mi realidad lehana o cercana. Ya no es ni será; ERA.

Totalmente abstraída y ensigomimismada, no puedo siquiera llorarlo.  He llegado sabe Dios como a la morada que solíamos habitare, oh aquellos dias de júbilo y agóstilo de años pasados y en una suerte de ritual sado masoquista, revolví armarios y vacié cajones en búsqueda de troços, recortes, aromas que me permitieran rearmarlo.  Y así, enrrodeada de la rugosidad de camisas leñadoras y suéteres vicuña de benjamín, me regodié entre sus mas recónditas pertenencias, aquellas que supieren abrazarle el cuerpo y el alma.  Viejas imágenes de Tramontina se agolpaban en fotografías de un tiempo otrora feliz: los veranos en Chapalmalal con una jovial Goye pescando tararira ra rara ra rá, los años nuevos descorchando sidra Bardál, el recital de Peter Cetera en All Boys allá por el año 87...

Tramonta eras el hombre de mi vida, aquél con el que no pude vivir y sin el que no puedo concebir la vida.

Me retuerzo en los retazos que quedan de ESE que ya no ES mas. Me abrazo a sus cartas, a sus fotos, a sus ropas y a su recuerdo y me regodeo en el dolor de saber que ya no tendré que forzarme más a no verlo ni llamarlo ni buscarlo.  Una vez mas, el destino ha tergiversado mis deseos y ha obrado por mi.