Que pretende UD de MI?

27 de Ah, gostoso garotinho de dois mil nove

Querido Diario:


He comprobado fidedignamente que la culpa es como un inquilino molesto; ese amigo al que una le dice "bueh, venite a casa unos días hasta que todo mejore" y al rato se te instaló con las pantuflas, la musculosa de morley y te invita a compartir la visión de la pelusa de su ombligo.



Si, luego de mi fulguraz encuentro sabatino la culpa se ha instalado en mi frágil psique y no ayo salida de este meoyo. Llegué a casa mas turbada que nunca, alrededor de las 9.18 del domingo de Ramos. Mi mente no podía alejarse del meneo caderil de la grácil Lumila y su candorosa sonrisa que me invitaba al pecado.



Traté de evadam estos pensamientos y me dirigí al cuarto de mis pequeños, a quienes había dejado al cuidado de "Rambito y Rambón", y felizmente los vi dormidos angelicalmente. Finalmente, agotada x la culpa y rendida por el cansancio de haber caminado desde el kilómetro 42 en plataformas de animal print, caí rendida sobre mi camastro.



Fuentón ces, sin previo aviso, que se corporizó en mis sueños una imponente catarata de h2o. El silencio menrodeaba y sentía miedo de hacer el más minimo movimiento por no romper ese encanto cuando dereprontamente, un chasquido acuático espabiló mis sentidos. Allí estaba ella, emergiendo de la catarata, sus azabachezcos cabellos cubriéndole las partes pudientes y sus infinitas pestañas chorreando agua y rímel. Sin enverga, al achinar los ojos para aguzar la mirada, me di cuenta que era ELLA.



Empapada en sudor, llanto y las emanaciones goteriles del techio de Chiapas, me incorporé bruscamente. Censuré mis pensamientos recónditos de ricota y decidí vivir feliz en la ingorancia del "que hubiera podido ser".

El lunes amaneció gris y elda. Mis obligaciones maternales me esperaban por lo que subí a mi hijo al micro escolar y me dispuse a llevar a mi primogénita, la petite Raquel, a su primera clase de danzas del vientre, que el pedriatra me había recomendado para su problemita de constipación rectal. Indescribible fue mi sorpresa cuando la puerta vídrica del establecimiento se abrió y endetrás, la figura conocida de mi diosa pagana y prohibida emergía imbutida en un ochentoso maillot verde ola. Sangre, sudor y lycra corrióme x todo el cuerpo. Y ELLA seguía ahí, impotume y carente de cualquier apéndice culpógeno x ser así como es.



Hoy, me debato entre Nélida Roca y Nelida Lobato. Y me pregunto "Oh, Evadam! Por que has nacido tan permeable al amor?"